sábado, 14 de noviembre de 2009

DIRIGIR EL RUMBO DE TU VIDA


Nosotros decidimos si queremos ser protagonistas o espectadores de nuestra vida. Dirigir el propio rumbo es decidir cómo y dónde buscar la felicidad.
Dirigir nuestra vida se asemeja a la imagen de alguien tomando con fuerzas las riendas de su caballo, en este paralelismo se diría que depende de cada uno el vivir la vida como una travesía en un carruaje,como un pasajero que ha decidido adónde quiere llegar pero ha dejado bajo la responsabilidad de otros el cómo llegar hasta allí.
El ir en carruaje tiene sus ventajas: durante el trayecto, la persona va un poco más cómoda y no debe preocuparse por si este camino se ha llenado de barro o tiene muchas curvas y repechos, a cambio, debe conformarse con mirar el paisaje a través de la ventanilla del carruaje  y esperar que la dirección sea correcta,o sea que no es quién lleva las riendas, hay quienes deciden vivir así su vida y pagan el precio de convertirse en pasajeros o en espectadores de su propia vida.
Otros deciden tomar las riendas y hacer del vivir algo más semejante a cabalgar, por supuesto que no disfrutan de tantas comodidades como los que viajan en carruaje, deben estar más atentos a los peligros o complicaciones que pueden presentarse, sin embargo, tienen la posibilidad de elegir otros caminos para salvar esos imprevistos sin perder el rumbo.También es un viaje mucho más intenso,se siente el viento en el rostro y el ruido de los cascos .
Tomar las riendas significa poner a mi cargo la conducción de mi vida, aunque eso implique ciertos riesgos.

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